lunes, 13 de abril de 2009

Carta al Presidente Electo

Dagoberto Gutiérrez


Querido Mauricio:

La victoria electoral del 15 de marzo culmina un larguísimo proceso de historia, esperanza, victorias y derrotas, sangre y sudor que paso a paso, como ocurre en la historia, ha ido abriendo en nuestro país las probabilidades de vivir con justicia, con derechos, con calidad de vida y en paz.

Electoralmente es resonante, pero políticamente no asegura, todavía, y por sí solo, el rumbo que se necesita.

En el voto popular de ese día hay una elección que va más allá de elegirte como Presidente y también más allá de la mera figura del cambio porque en realidad este, el cambio, por mucho temor que despierte en la oligarquía y en las derechas también provoca turbulencias en los sectores abandonados de la sociedad, por eso mismo, tu gobierno necesita con urgencia domar ese potro cerril del cambio, esto quiere decir que desde los primeros segundos las cosas han de ser diferentes a las cosas de las fuerzas derrotadas electoralmente, de tal manera que todo el mundo advierta que se es diferente, es decir, que se es mejor que aquel al que se derrotó.

El mismo cambio ha de salvarse del recambio porque si se piensa que se pueden hacer las mismas cosas, pero de la mejor manera, entonces estamos en el terreno del recambio y, asimismo, si la alternancia en el ejercicio de la Presidencia de la República no se convierte en alternativa frente al actual orden de cosas, entonces, de nuevo, resultará que el pueblo votó, pero no pudo elegir.

Ser diferente, es decir ser mejor que el derrotado supone la sensibilidad para capturar los temores, esperanzas y dudas que atenazan a los seres humanos en estos momentos y esto quiere decir, querido Presidente Electo, que en estos momentos, cuando se define el nuevo gobierno, es decir el nuevo gabinete, el pueblo debe ser informado de lo que esta ocurriendo, hoy por hoy nadie lo está haciendo y nadie sabe lo que se está haciendo y nadie tiene la plena certeza de no perder, en esta negociación secreta, lo que se ganó en las urnas públicas; esta información, franca, verdadera, oportuna, por muy amarga que sea, es la que debe construir el puente indestructible de confianza con el pueblo.

Por supuesto que la crisis es subyugante y los créditos son ríspidamente necesarios y hay que hablar con personajes de todo pelaje y hay que hacerlo con muy buena letra, esto es cierto de toda verdad; pero también es cierto que las salidas técnicas han de estar al servicio de los proyectos políticos irrenunciables, y que las eficiencias no deben estrangular la dimensión social y humana de esta crisis. Este es el compromiso y la frontera que no puede ser traspasada.

El momento histórico es increíblemente favorable para avanzar y te ayuda mucho a ti porque la Excepción Histórica planetaria impide que la hegemonía imperial tradicional sea ejercida como hasta ahora y como nunca, las fuerzas planetarias se mueven y se conmueven, algo así como la deriva de las placas tectónicas y, en esos espacios abiertos podemos avanzar siempre y cuando no intentemos jugar, al mismo tiempo, a conquistar el cielo y el infierno.

Hasta ahora tu gobierno aparece como de Unidad Nacional y aunque la figura de la Nación sea perturbadora, siempre resultará necesaria la mayor unidad y sobre todo del pueblo que votó por tí y tu partido, a la base de la Nación ha de residir el pueblo que está y estará con tu gobierno en la medida en que tu gobierno esté y se mantenga con el pueblo.

Este compromiso entre pueblo y gobierno requiere, como tú lo sabes Presidente Electo, que el cambio de gobierno signifique el cambio de régimen político porque de otro modo lo nuevo no será lo diferente que es lo que el pueblo espera, necesita y reclama. El gabinete que presentarás en junio dirá para adónde se va, con quién y para quién se gobernará y con quién y para quién has negociado.

Todo esto es el rumbo político de tu gobierno a determinarse antes que el gabinete, porque este es instrumento del rumbo. Nunca será la carreta y nunca será la carreta la que empuje a los bueyes. De no ser así organizar un gabinete será lo mismo que distribuir un botín.

La democracia siendo como es, una forma de estado, y precisamente de aquel estado que reconoce la subordinación de la minoría a la mayoría, debe ser democratizada en nuestro país y esto empieza, sin duda, por estimular una democracia participativa que asegure que la gente y el pueblo participe en el proceso de toma de decisiones trascendentales, esto requiere intenso trabajo político y no solo administración gubernamental; inteligencia creadora y no solo de funcionarios, tiempo político y no solo plazos calendario y sobre todo requiere superar el miedo a la gente que caracteriza a los que ven el mundo desde arriba y piensan que la cabeza no necesita de los pies.

Todo Presidente para ser tal necesita estar cerca de la gente, en comunicación cotidiana y física y en tu caso, como depositario de esperanzas populares, necesitarás tiempo y espacio para saber, de primera mano que se piensa de vos y de lo que vos haces.

Para el mundo pobre que votó por vos el cambio es, medicinas en los hospitales, médicos y atención médica, también es escuelas y maestros, es trabajo y cuido de la naturaleza, es lucha a muerte contra los funcionarios corruptos y es, decisivamente, información franca y pelada de lo que esta ocurriendo y no solo de la economía sino también del poder.

Como todo gobernante te resultaran necesarios los amigos y desde luego los entrañables enemigos, estos, los enemigos, determinarán en realidad con quien gobernarás y para quien lo harás, porque estos lo definen a uno y ningún gobernante puede ser ni amigo ni enemigo de todos, porque gobernar es, sin duda, el reino de la parcialidad y se trata de convertir en hechos parciales los votos parciales que se pidieron durante la parcial campaña electoral.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente carta! felicidades señor dagoberto.