Planes contra la crisis en El Salvador. Parte I.

En estos sagrados días cuando cada analista compite por ver quién asusta mas con desempleo, quiebras, bajas remesas y pobreza, se debe de estudiar con cabeza fría que debemos de hacer o más bien que sacrificios se deben de hacer por el bien de todos los salvadoreños; porque la crisis no sabemos qué tan profunda es, pero en la medida que tomemos precauciones adecuadas y a tiempo nos permitirá no tocar el fondo y posiblemente avanzar a niveles de crecimiento sostenido.

Por ejemplo a finales de Enero de este año, el gobierno de Costa Rica, dio a conocer el “plan escudo”, que tiene varios puntos que se pueden mejorar pero también hay muchos que a mi manera ver, son muy ventajosos para las empresas, empleados, familias y el sector financiero.

Con respecto a las empresas se contempla bajar las tasas de interés en los cuatro bancos estatales, con el fin de ayudar a micro, pequeñas y medianas empresas. También acuerda disminución de plazos de pago a empresas proveedoras del estado y una depreciación acelerada de los activos.

En el ramo de los trabajadores, capacitación desempleados, a los que hayan contraído prestamos y son despedidos, se les concederá una amnistía por un año; también más tiempo de cobertura del seguro social y medidas muy discutidas como la disminución de horas laboradas pero sin despido, entre otras.

En familias tenemos, aumento en los bonos familiares, capacitaciones, reducción de 2.5% en los prestamos de vivienda, revisión de la tarifa del trasporte público debido a las disminuciones del petróleo.

En el sector financiero se hacen préstamos internacionales para fortalecer el banco central en su capacidad de respaldar a los bancos nacionales.

Estas son solo algunas propuestas que merecen atención para sacar adelante a nuestro bello país, el equipo de los gatos frentudos y muchos otros blogueros desde el año pasado venimos proponiendo y denunciando políticas al gobierno y muchos nos decían pesimistas, o vayan a buscar trabajo haraganes, pero muchas veces un pesimista no es más que un optimista bien informado.