Las necesidades de ARENA

Lo mejor que tiene ARENA en esta campaña es su candidato presidencial y para este el mayor problema de su campaña es ARENA misma, en esta relación habita el nudo contradictorio fundamental del actual momento electoral.

ARENA tiene nexos encendidos con el gobierno, con las derechas, con el pueblo y con su candidato; pero a la hora de las elecciones todas estas conexiones se han convertido en alambres calientes con los que Rodrigo no puede jugar y algunos no pueden tan siquiera tocarlos porque queman y quitan votos. Esta resulta ser una situación de antología cuando el partido que lleva a un candidato se convierte en el principal problema de éste candidato se puede pensar que ha llegado la hora de cambiar de partido de gobierno o de cambiar de clase dominante, o de que la clase dominante cambie de instrumento o que el pueblo cambie de gobierno.

El candidato presidencial no puede echar mano del trabajo gubernamental porque los resultados casi no son presentables, no puede apoyarse plenamente en las derechas, por lo menos no a la manera tradicional, porque las derechas tienen, por ahora intereses materiales diferentes a los de ARENA, no puede tampoco apelar al pueblo porque la gestión gubernamental ha producido demasiada pobreza para muchos y demasiada riqueza para pocos y no puede, finalmente, presentar a su partido como un partido gobernante en un gobierno encabezado por Rodrigo, tal es, repito, el intrincado nudo que la cabeza política de Rodrigo necesita desatar. Es cierto que las campañas electorales se ganan con dinero y con publicidad y con mensajes penetrantes pero no solo con eso, tampoco es cierto que cualquiera puede ganar una campaña electoral y el candidato de ARENA lo sabe muy bien y sin duda, cuando las encuestas muestran la desventaja de ARENA su candidato sabe que necesitan mucha audacia y hasta rompimientos solo para mejorar los números. El tema de la Vicepresidencia se ha convertido para ARENA en una carga pesada e insufrible y aunque se sabe que la Vicepresidencia carece de peso político en el régimen salvadoreño, en este caso la candidatura a Vicepresidente se ha tornado más importante que la vicepresidencia misma y hoy por hoy es el punto más desgastante para el partido de gobierno. Parece claro que esta candidatura tiene que ser de alguien fuera de ARENA, porque luego que Rodrigo planteara, de manera correcta, la propuesta de un gobierno ciudadano y no un gobierno de partido no puede presentar, sin pagar costos, una candidatura proveniente de un partido. No hay dudas que las derechas cuentan con recursos humanos de valía, hombre y mujeres inteligentes, así como también los encontramos en las izquierdas; pero el problema no es de recursos y mas bien se trata de escasez de acuerdos sobre el origen y los nombre y, probablemente, de erosión de posibilidades para que el candidato decida los temas cardinales del momento. Así las cosas, resulta que cada minuto que pasa sin esta candidatura es entendida por el inteligente pueblo salvadoreño como incapacidad política para resolverla y, si fuera cierta esta opinión no resultaría fácil dar su voto por un partido cuya situación es tal que no puede resolver ni tan siquiera una de sus candidaturas. En estas circunstancias las paredes partidarias son para el candidato foso feudales sin puentes levadizos y como nunca requiere la concurrencia de las derechas, su apoyo irrestricto y la unidad mas flexible; para ARENA no ha sido problema presentar a su candidato como la persona que va a gobernar efectivamente porque es sabido que en sus gobiernos unos gobiernan y otros mandan; pero cuando se propone un gobierno ciudadano libre del peso partidario puede tratarse de establecer una coyunda sin poleas partidarias para ser sustituidas, totalmente, por ligamentos empresariales, financieros, oligárquicos y burgueses. Cuando un candidato dice que su gobierno no será el de su partido no está diciendo que va a gobernar solo, tampoco dice que va a gobernar para nadie si no simplemente dice que ARENA se ha vuelto no agradable, total o parcialmente, para los sectores dominantes y que el gobierno se integrará de otro modo; pero ARENA no está, sin duda, en condiciones de aceptar tamaña exclusión y parece tener la fuerza suficiente para evitarla, esto tiene que resolverlo en plena campaña electoral.

Dagoberto Gutierrez